lunes, 21 de septiembre de 2009

TRES PREMISAS MUY IMPORTANTES DEL EMPOWERMENT EN LOS EMPLEADOS.

En la última década, ha habido un énfasis cada vez más marcado en pasar de las estructuras jerárquicas, autoritarias y con múltiples niveles a estructuras más planas y descentralizadas que destaquen la delegación de autoridad en los empleados. La nueva preferencia por las estructuras de administración más racionales y los empleados facultados se basa en tres premisas.

1. Como la economía mundial está entrando con rapidez a la Era de Internet, las estructuras jerárquicas tradicionales, creadas en torno a la especialización funcional, tienen que someterse a una cirugía radical para capitalizar las oportunidades que ofrecen las tecnologías de comercio electrónico para operar en los mercados externos e internos. Las compañías de todo el mundo están teniendo que reinventar sus estructuras organizacionales y métodos internos para hacer negocios con el fin de:
a) Incorporar los beneficios que brindan las tecnologías de internet de mejorar la productividad y reducir los costos.
b) Aumentar sus capacidades para actuar y reaccionar con rapidez
c) Crear, empacar y trasladar rápidamente la información al punto donde se necesita.

2. La autoridad para tomar decisiones debe transferirse al nivel organizacional más bajo que sea capaz de tomar decisiones oportunas, informadas y competentes. En la práctica esto significa conferir autoridad significativa para la toma de decisiones a aquellas personas (gerentes o empleados) que se encuentren más cerca de la situación y que conozca bien los problemas y estén capacitados para ponderar todos los factores.

3. Los empleados que se encuentran en niveles inferiores a los rangos gerenciales deben ser autorizados para proceder según su criterio en asuntos relacionados con su trabajo. El argumento a favor de autorizar a los empleados para que tomen decisiones y hacerles responsables de su desempeño se basa en la creencia de que una compañía que aprovecha el capital intelectual combinado de todos sus empleados se desempeña mejor que una compañía organizada bajo el esquema de mando y control. La tesis es que cuando los empleados pueden tomar decisiones y actuar por iniciativa propia se acortan los tiempos de respuesta organizacionales y se generan nuevas ideas, pensamiento creativo, innovación y mayor participación de los gerentes y empleados subordinados. Por otro lado, los puestos pueden definirse en términos generales, es posible integrara varias tareas en un solo puesto y la gente puede dirigir su propio trabajo. Asimismo, se necesitan menos gerentes porque decidir cómo hacer las cosas se vuelve parte del trabajo de cada persona o equipo. Típicamente, prevalece una autentica buena moral y la productividad gana cuando se permite a gente bien informada que opere de manera auto dirigida.

En la actualidad ya muchas organizaciones están poniendo en práctica dichas premisas, ya que se están dando cuenta que las organizaciones autoritarias y jerárquicas ya no funcionan hoy en día. Por tanto optan por delegar funciones a sus gerentes de nivel bajo y todos los empleados capaces que conformen la organización. Dándoles mayor autoridad discrecional.

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